Nuestra vida depende en gran parte de lo que vemos, oímos, tocamos, degustamos y olemos. Los cinco sentidos nos llevan a nuestro cerebro multitud de vivencias que nos ayudan a tener los pies asentados en la Tierra, a disfrutar y percibir el momento en el que vivimos, a aprender a través de ellos a subsistir.
¿Todos los sentidos son indispensables? No , ya sabemos que hay personas privadas de alguno de ellos y por ello mismo desarrollan más otros de sus sentidos, así se adaptan mejor a las condiciones en que viven.
Los sentidos son parte indispensable de nuestra vida, nos ayudan a evolucionar, a mejorarnos a progresar. Nuestra mente recibe todos los estímulos, decide, opina, crea, manipula, investiga, sufre , se alegra...según sus percepciones , deducciones y experiencias pasadas positivas o negativas.
La frase " poner los cinco sentidos en lo que haces" invita emocionalmente también a vivir el momento presente, a utilizar esta herramienta tan valiosa para ayudarnos cuando aparece el estrés, la tristeza, el agobio, la obsesión...Prueba en estos momentos de máximo conflicto a centrarte en lo que ves , lo que hueles, lo que tocas, lo que oyes, lo que degustas.
Por ejemplo, coge una fruta cualquiera :
Seguro que esa desconexión momentánea de tu preocupación, de la charla continua de nuestra mente sienta muy bien . Pruébalo.
¿Todos los sentidos son indispensables? No , ya sabemos que hay personas privadas de alguno de ellos y por ello mismo desarrollan más otros de sus sentidos, así se adaptan mejor a las condiciones en que viven.
Los sentidos son parte indispensable de nuestra vida, nos ayudan a evolucionar, a mejorarnos a progresar. Nuestra mente recibe todos los estímulos, decide, opina, crea, manipula, investiga, sufre , se alegra...según sus percepciones , deducciones y experiencias pasadas positivas o negativas.
La frase " poner los cinco sentidos en lo que haces" invita emocionalmente también a vivir el momento presente, a utilizar esta herramienta tan valiosa para ayudarnos cuando aparece el estrés, la tristeza, el agobio, la obsesión...Prueba en estos momentos de máximo conflicto a centrarte en lo que ves , lo que hueles, lo que tocas, lo que oyes, lo que degustas.
Por ejemplo, coge una fruta cualquiera :
- tócala, siente como es su piel: lisa , rugosa , suave, ¿cómo es su forma con los ojos cerrados?.
- huele su olor particular y si la muerdes ¿se acentúa su olor ?
- cómela y piensa en su sabor , lo jugosa que está.
- mírala por todos sus lados, observa su color, su forma, su tamaño, incluso alguna pequeña imperfección obsérvala como si tuvieras que pintarla con lujo de detalles.
- escucha el sonido que provoca su mordisco.... atención plena en ese momento.
Seguro que esa desconexión momentánea de tu preocupación, de la charla continua de nuestra mente sienta muy bien . Pruébalo.
Dale un respiro a tu mente , te lo agradecerá.
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